En Piura, diez distritos como Lagunas, Sapillica, Pacaipampa, Frías, en Ayabaca; y Sondorillo, Huarmaca, Sondor, Carmen de la Frontera, pertenecientes a la provincia de Huancabamba, al igual que Yamango en Morropón, son zonas donde prima la pobreza y la falta de servicios básicos según el censo del INEI 2021.
Pese a las estadísticas y la demanda de disminuir las brechas de salud, educación, empleo, saneamiento, provincias como Ayabaca y Huancabamba se reúsan a ceder el paso a la minería legal, responsable y amigable con el medio ambiente, que sería el camino para lograr el desarrollo que desde tiempos memorables se pide a gritos.
El proyecto minero de cobre, Río Blanco, situado en las zonas de Yanta y Segunda y Cajas, promete una inversión que alcanza los 3 mil millones de dólares, produciendo 200,000 toneladas métricas de cobre (TMC), creará 5,000 puestos de trabajo en la construcción y 1,200 en la operación. Igualmente generará 7,000 empleos indirectos. Y a pesar de la pobreza de las provincias altas en Piura, el proyecto está detenido por la acción del radicalismo antiminero.
Índice de pobreza en el Perú
En Perú, más del 25% de la población está en pobreza (cerca de ocho millones de peruanos), por ello se necesita volver a crecer a tasas que permitan seguir reduciendo la pobreza. Con expansiones económicas menores al 3% en este año y el 2024, es imposible generar empleo para los 300,000 jóvenes que se incorporan a la economía anualmente. Únicamente basta señalar que cada punto del PBI crea alrededor de 90,000 empleos. En otras palabras, con la ralentización de la economía el Perú vuelve a ser una sociedad que aumentará la pobreza.
Por estas consideraciones es necesario desarrollar las reformas institucionales y económicas que posibiliten relanzar el crecimiento en el mediano y largo plazo: reforma del Estado, simplificación de procedimientos y sobrerregulaciones, reformas educativas y de salud, cierre de brechas de infraestructuras y reforma laboral, entre otras. Sin embargo, en los próximos años el Perú debería ser capaz de relanzar proyectos de inversión que la guerra política y la conflictividad social han detenido absurdamente. Quizá esta aproximación se resuma en más minería en el norte y más agroindustria en el sur.
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